Cada vez más las empresas adoptan una metodología de trabajo que, al fomentar el bienestar y la camaradería entre los empleados, mejora la creatividad y la
producción, además de potenciar la comunicación entre las áreas.
Los empleados que se divierten en el trabajo, rinden más y de mejor manera, por lo que el disfrute se convierte en el motor de la producción, a medida en que el concepto
de cumplir largas horas de oficina se vuelve algo retrógrado.
Al parecer, está probado que los espacios de “desconexión” mejoran la creatividad y el rendimiento de los empleados, pero también potencia la comunicación
entre las áreas.
Entre las principales iniciativas implementadas por las organizaciones, se citan los metegoles, videojuegos y arquitectura de espacios abiertos, que van ganando adeptos entre las empresas argentinas que se suman a la tendencia.
Modelo obsoleto Al respecto, Carolina Borracchia, CEO de Combo Employer Branding, analizó que de un tiempo a esta parte, ya no se concibe el modelo en el que las personas
eran prácticamente unos robots y que todo se circunscribía a lo laboral.
Diferenció que antes se entendía que si los empleados disfrutaban no producirían, mientras que hoy el disfrute se ve como un motor para poder producir.
“El lugar de trabajo es donde más horas del día pasamos mientras no descansamos, por eso esas horas deben ser parte de nuestra vida y no estar fuera de ella”, sostuvo
Juan Pablo Cerva Fris, manager de Recursos Humanos de Eventbrite.
La compañía de venta de entradas a eventos por Internet en Argentina, amplió recientemente sus oficinas con múltiples espacios de esparcimiento como una chopera,
videojuegos, open desks, zona de relax con puffs, metegol, ping pong, expendedora de alimentos y bebidas y una sala de lactancia lista para ser inaugurada este año.

El ping pong es el más requerido luego del almuerzo y el metegol es el más concurrido por la tarde, cuando más de uno se acerca para jugar tomando una cerveza”, comentó.

Pequeños escapes por altos rendimientos Este tipo de espacios son muy valorados porque las tareas que realizan requieren de alta concentración y desgaste mental, por lo que consideraron que estos pequeños escapes son esenciales para mantener un alto
rendimiento, según el manager de un equipo de Ingeniería.
Ayudan además para que la comunicación entre los empleados sea más fluida, fortaleciendo el espíritu colaborativo, agregando el hecho de que la mayoría de
los casos surgen ideas, soluciones o consejos para algún proyecto en el que se está trabajando, agregó, Borracchia insistió que está comprobado que las pausas y
los horarios flexibles son tan necesarios como los momentos de esparcimiento y socialización, que junto con los nuevos espacios de arquitectura más abiertos,
cada vez más empleadas en las multinacionales, dejando atrás las paredes o divisorias que diferencien jerarquías.
“No hay puertas que golpear, permisos que pedir ni protocolos de generación de reuniones. Si necesitás hablar con alguien, sólo te levantás de la silla y te acercás
a esa persona. La cultura de ayuda mutua y disponibilidad constante es muy fuerte y eso hace que la productividad de los equipos mejore radicalmente”, puntualizó la CEO
de Combo Employer Branding.

 

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