Continúan los cambios y aceleración producidos por la era digital. Cambios que afectan no sólo a la forma de trabajar sino también a la forma de entender las relaciones profesionales, y las opciones que nos da la tecnología.

Ante esta revolución tecnológica, los espacios de trabajo se convierten en el punto de referencia de los profesionales, y por lo tanto están adquiriendo una relevancia mucho mayor a la que tenían hasta ahora, hasta el punto de ser una excelente herramienta de captación y retención de talento para las empresas. Ahora la clave está en que los nuevos espacios de trabajo sean capaces de dar respuesta a las nuevas y cambiantes necesidades de todos sus usuarios. Por lo tanto la transformación debe plantearse desde y para las personas. Esta es la primera tendencia a seguir.

La siguiente tendencia es dejar de hablar de futuro para hablar de presente. Nos gusta denominar al presente como la #NuevaNormalidad, que no es otra cosa que vivir con la tecnología. Las personas tenemos el gran poder y responsabilidad de mejorar las compañías y el mundo a través de la transformación, y los espacios tienen mucho que aportar.

Y la tercera tendencia sería transformar los espacios de trabajo con un propósito y un sentido, partiendo de un papel en blanco que no tenga en cuenta modas ni prejuicios.

¿Qué tipo de empresas son las que las están siguiendo?

Aquellas que han asumido la tecnología como algo normal, y que han dado el paso de la transformación con una idea clara y realista de dónde están y adonde quieren llegar.

¿Por qué es importante una estructura y diseño adecuada para un espacio de trabajo? ¿Cómo un diseño puede mejorar la productividad de sus empleados?

La transformación de las empresas por y para las personas se hace necesaria siempre que guarde un equilibrio entre espacios y tecnología. Los perfiles profesionales que vienen imponen sus propias reglas, y la tecnología y flexibilidad serán claves para conseguir de estos profesionales la máxima productividad. Por otro lado, nos encontramos con los profesionales que ya estaban en las organizaciones cuando esta revolución comenzó, y aquí encontramos un gran hándicap para la transformación. A nivel personal somos capaces de incorporar las nuevas herramientas a nuestras pequeñas actividades cotidianas, sin embargo, el 70% de los procesos de transformación en las empresas están fracasando, y las principales causas son las personas y su resistencia.

¿Cuáles son las recomendaciones en este aspecto?

La actitud de las personas frente a los cambios es decisiva. Diseñar el futuro con los propios empleados, incluirles en la estrategia, contar con su opinión y además compartir y celebrar con ellos los logros es clave y además el resultado será mejor para todos. La transformación es un proceso y en la medida en que los líderes y el conjunto de las personas de las organizaciones entiendan que hay unas fases, que requieren de un tiempo, estrategia y objetivo, su actitud comenzará a ser más receptiva y participativa.

¿Los empleados valoran estos aspectos?

Mucho. Como decía al principio, el espacio de trabajo se convierte en una herramienta para el trabajador y en su nexo de unión con la empresa, y con sus compañeros y clientes. Cada día nos resulta más fácil trabajar desde cualquier sitio y a cualquier hora, porque en la nueva normalidad todos somos trabajadores digitales, y en este caso, ¿qué sentido tienen los espacios de trabajo? La respuesta a esta pregunta es clave para entender que los empleados necesitan sentir que su empresa sigue siendo algo real. Si además ellos mismos han participado en el diseño de ese espacio, y ofrece respuesta a sus necesidades, la relación empleado/empresa se estrecha.

La transformación por y para las personas será el tema clave de la Workplace Design Conferences, el 13 de junio en Montevideo.
https://thesmartconversations.com/ES/wdcmontevideo2018

 

Pablo Rodríguez, Director de 3g office Uruguay

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