Hoy las organizaciones están bajo la lupa en este tema, y lo estarán cada vez más, ya que existe un marco regulatorio específico que las obliga a profundizar en materia de acoso laboral, debiendo trabajar en una cultura de prevención y promoción del ser humano en donde la forma de vincularse sea sana y respetuosa.

Lic. Mauricio Toledo – Dr. Juan Martín Moretti

¿Esta situación es acoso laboral? ¿Qué herramientas tengo para prevenirlo? ¿Qué debe hacer la empresa para actuar en casos de acoso laboral? Y más importante aún, ¿mis líderes están preparados para diseñar e implementar una

política de buena convivencia laboral que solucione adecuadamente conflictos y genere un buen ambiente de trabajo?

Para encontrar las respuestas a estas preguntas, y para obtener soluciones que sean reales y aplicables en la empresa, es necesario abordar el tema del acoso laboral desde una perspectiva multidisciplinaria: comunicacional,

psicológica y jurídica, con una base teórica y eminentemente práctica.

Es imprescindible que los gerentes, posición estratégica en las empresas, tengan las herramientas necesarias que les permitan prevenir situaciones de acoso laboral, y eventualmente, saber cómo actuar ante denuncias concretas.

Asimismo, es necesario que estos líderes conozcan que conductas deben adoptar para generar un buen ambiente laboral, que redunde en beneficio de la empresa, tanto desde el punto de vista humano como material.

 

Acciones distintas para lograr resultados diferentes

Hoy no alcanza con el abordaje tradicional para lograr un buen ambiente laboral. Organizaciones que basan su gestión en valores, que definen acciones de responsabilidad social empresarial, y que dicen poner en el centro a la persona, necesitan tener una política sólida de buenas prácticas de convivencia laboral. Uno de los temas más delicados y que se ha profundizado muy poco a nivel general, y, específicamente, a nivel empresarial, es el tema del acoso laboral.

Se ha aprobado la ley 18561, que está referida específicamente al acoso sexual (una especie dentro del acoso laboral); que establece un marco regulatorio de actuación en casos de acoso sexual; y también las obliga a

trabajar en una cultura de prevención y promoción del ser humano en donde la forma de vincularse sea sana y respetuosa.

Apréciese que la ley es muy exigente para el empleador. Lo obliga a adoptar medidas que prevengan, desalienten, y sancionen conductas de acoso sexual; tener un procedimiento interno para investigar los casos de acoso sexual, debiendo cumplir con mantener la intimidad del denunciante, víctima y las reservas de las actuaciones; instrumentar medidas para proteger a la víctima desde la denuncia; instrumentar las sanciones que el hecho imponga; la comunicación y difusión de la empresa de la conducta contraria al acoso sexual a nivel interno y externo.

Pero a pesar de la aprobación de la ley, muy pocas empresas están preparadas, en un mundo cada vez más competitivo, para enfrentar las complejas situaciones que plantea el acoso laboral.

Es así que es fundamental el papel de la formación continua y el compañamiento, para ir generando una cultura organizacional de desarrollo humano sostenible. De hecho, este tema es estratégico y está en la base de la pirámide para la sustentabilidad de la organización, para el desempeño de

los equipos y los colaboradores, para el buen clima laboral y para la reputación y los resultados económicos de la organización.

En este sentido el rol de los líderes es crucial en el compromiso con una política de esta naturaleza, y para lograr coherencia entre lo que se dice y lo que hace todos los días en la empresa.

En definitiva, es de vital importancia la profundización en el ámbito empresarial de todo lo relacionado con el acoso laboral. Y para esto, es fundamental un programa de formación gerencial para que las organizaciones tengan las herramientas necesarias para avanzar en la línea correcta.

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